Cuando emprendemos un negocio todos cometemos errores. Por eso debes ser consciente de que al iniciar tu carrera como wedding planner vas a cometer bastantes errores. Por mi experiencia he detectado que en el primer año puedes llegar a cometer hasta más de 20 errores. Pero tranquila, no pasa nada. 

Cometer errores, para mí, es un buen síntoma. Significa que lo estás intentando. ¿Porque sabes quién nunca comete ningún error? La persona que jamás intenta nada, la que nunca se atreve a cumplir sus sueños. Y ese ya es el mayor error de todos

Así que tú estás a salvo de ese error porque lo estás intentando. Y en el camino es normal que te equivoques, que te tropieces con varias piedras y no pasa nada. Lo que quiero que entiendas es que cada error o tropiezo te lo tomes como un aprendizaje y que te graves esta frase:

“A veces se gana y a veces se aprende.”

Hay que aprender de cada error que comentas pero también de los errores que otras personas han cometido antes que tú. Por eso hoy te quiero compartir 4 errores que son súper frecuentes y que tú debes evitar.  Puedes escucharlos en este episodio del podcast o seguir leyendo este artículo. Lo que prefieras.

Error 1. Empezar a trabajar en una boda antes de firmar el contrato

Grábate esto muy a fuego, por favor, nunca jamás empieces a trabajar con un nuevo cliente hasta que no tengas el contrato firmado. Es más, deberías tener el contrato firmado y el primer pago ya abonado antes de empezar a trabajar en una boda

He estado en tu piel y te entiendo. Tienes muchas ganas de que llegue ese primer cliente, de que te digan que sí y muchas veces después de una primera reunión con un posible cliente, antes de que siquiera te haya dado una respuesta, tú ya has empezado a buscar cosas. Porque te has entusiasmado con esa boda y tienes muchas ganas de empezar a trabajar en una primera boda real. Y es normal. Si te apetece, haz este trabajo pero interno para ti, no lo compartas nunca con el cliente. 

A veces ocurre que el cliente te dice que sí te contrata y tú, en un momento de euforia increíble, ya quieres compartirle todo lo que has indagado, todo lo que ya tienes pensado y preparado para su boda. Pero calma. Aquí las prisas nunca son buenas compañeras. 

Aunque te mueras de ganas, por mucho que el cliente te haya dicho que sí, tienes que quedar con él para firmar el contrato. Tú se lo envías ya con todos los datos solo para que lo revise, lo firme y te haga el primer pago. Entonces, y solamente entonces, es cuando oficialmente empiezas a trabajar en su boda. 

Ahora ya puedes empezar a compartir toda la información que quieras con tu cliente, pero nunca antes. ¿Por qué? Porque la experiencia me ha demostrado que si lo haces al revés y empiezas a trabajar para ese cliente antes de que firméis el contrato, tienes un 99,99% de posibilidades de que (¡oh, sorpresa!) de repente pase algo inesperado por lo que decida que finalmente no te contrata

  • Que si ha pasado no sé qué
  • Es que hemos cambiado de opinión
  • Que si al final Fulanita le ayuda con tal
  • Es que me Menganito le hace lo otro…

Y al final tú has trabajado gratis. 

Así que recuerda, nunca empezamos a trabajar hasta que nos hayan firmado el contrato y realizado el primer pago. Si quieres evitar otras situaciones incómodas con clientes te interesará este artículo.

Error 2. No hacer seguimiento de clientes

Si el primero es común, este error ni te cuento. Es más común de lo que te puedes imaginar. Te pongo en situación. 

Una pareja te escribe súper interesada por tus servicios, tú te emocionas, les contestas, ya sea por WhatsApp, por llamada telefónica, por email, lo que sea. 

Fijáis una cita y tenéis esa primera reunión. En esa reunión parece que va todo súper bien, que encajas genial con la pareja y a la pareja parece que también le has encantado. 

Así que le envías el presupuesto personalizado super emocionada, si no el mismo día al día siguiente como muy tarde.

Y… ¿Lo oyes? 

Cri cri, cri cri

Sí, son los grillos que están sonando porque nunca más se supo de ellos. No hay respuesta de esa pareja.

¿Y tú qué haces? Pues en el 90% de las veces no haces nada, simplemente te quedas esperando por una respuesta que no va a llegar nunca. ¡Error! Tienes que hacer un seguimiento

Piensa que las personas somos procrastinadoras, lo dejamos todo para luego. Tenemos vidas muy ocupadas en la que constantemente nos van surgiendo cosas importantes, cosas urgentes y vamos relegando para más tarde lo que en ese momento no es tan prioritario, o quizás sí, pero no es tan urgente. Y decimos “sí, luego lo hago” pero cuando llega ese “luego” ya se nos ha olvidado. 

Para que esto no pase tienes que recordar a esa pareja que le has enviado un presupuesto y que te tiene que dar una respuesta. Y vale cualquier tipo de respuesta. Un “sí, queremos contratarte” o “no, gracias, finalmente nos hemos decidido por otra opción”. Lo que no vale es el silencio por respuesta. 

Así que, a partir de ahora, ten en cuenta que cada vez que mandes un presupuesto marca en tu calendario cuando vas a hacer seguimiento. Si, por ejemplo, en dos días no has recibido respuesta le mandas un WhatsApp, le llamas o le vuelves a mandar un email. Y así te marcas cuántas veces le vas a contactar para dar seguimiento a ese presupuesto hasta recibir una respuesta

Sé que muchas veces no haces ese seguimiento porque no quieres ser pesada, ni quieres parecer desesperada o agresiva. Pero si lo haces con buenas maneras, es todo lo contrario. Puedes hacer un seguimiento de forma que la pareja no te vea como pesada, sino como una persona profesional que además está interesada en su boda. 

Y te puedo contar lo que me pasó con una alumna hace muchos años. Cuando implementó la estrategia de seguimiento que le recomendé, me dijo: 

“Karen, desde que estoy haciendo esta estrategia estoy cerrando más bodas y hay muchas parejas que me dicen que se han decidido por mí porque me han visto interesada, que he sido la única que les he hecho seguimiento y que el resto no les ha vuelto a decir nada más. Eso les ha ayudado a elegir y contratarme a mí”

Así que recuerda que después de enviar un presupuesto tienes que hacer seguimiento hasta que obtengas una respuesta, la que sea.

Error 3. No estar a gusto cuando hablas de tus tarifas

Muchas veces con el tema del dinero nos sentimos incómodas y normalmente es porque no te sientes merecedora del presupuesto que estás dando. A veces piensas, “¿Cómo voy a decir que cobro 2.000€, 3.000€ o lo que sea, por mis servicios? Me parece que es mucho dinero”. Y es porque estás hablando desde el miedo, desde la escasez, desde el sentir que no te mereces que esa pareja te pague esa cifra. Pero que realmente sí te mereces.

Lo que ocurre cuando no te sientes a gusto con tus tarifas es que, si ni tú misma crees que tus servicios tengan ese valor, parecerá que pides perdón. Esa inquietud o incomodidad la transmites a los novios, con lo cual percibirán que no estás cómoda con esa cantidad. Entonces ellos sentirán que realmente les estás cobrando demasiado, que tus servicios no valen ese precio. 

¡Y ojo! no es que no lo valgan, es que tú misma te estás saboteando. 

Así que, en el momento que tengas que decir tu precio, es muy importante que lo hagas de una manera súper segura, mostrando que estás cómoda y además que estás convencida de que tu servicio vale cada euro que te van a pagar. Debes transmitirles que ese es el precio de tu servicio, una cantidad más que correcta, incluso por debajo de lo que deberías cobrarles, y que te sientes súper cómoda. Eso se percibe.

Piensa que para que te respondan, sea que sí o que no, influye cómo tú dices y tú transmites el valor de tu servicio. Por ello es vital que estés súper convencida. 

Por eso siempre recomiendo que no debes vender una organización integral por debajo de los 2.000€, y me parece poco, pero ese debería ser el mínimo. Pero, si tú ahora mismo no te sientes segura prueba a vender una primera boda a 1.800€ o 1.900€. Te aseguro que después de ver todo el trabajo que tiene, la siguiente no vas a pestañear al decir que cuesta 2.500€ porque hasta 2.000 te va a parecer poco. 

La clave es que tienes que estar a gusto con los precios que digas, pero ¡por favor! no malvendas tampoco tus servicios.

Aquí puedes descubrir 5 errores que debes evitar en las finanzas de tu empresa.

Error 4. No invertir en tu formación

Si cometes este error los otros vienen casi solos, así que para mí este es uno de los principales. Y lo sé, a todas, y a mí la primera, nos gustan las cosas gratis, pero nunca he conocido nada súper bueno o súper lujoso que fuera gratis. 

Todo tiene un precio, ya lo sabes, y en esta vida todo lo pagamos con dos monedas, bien con tiempo o bien con dinero. Y para mí la moneda más cara de todas es el tiempo, porque yo puedo invertir 10€ en una herramienta, por ejemplo, y si esa herramienta me hace ahorrar un montón de horas que puedo invertir en otras cosas, al final yo puedo recuperar esos 10€. Es más, no sólo puedo recuperar ese dinero sino que además puedo multiplicarlo porque gracias al tiempo que gano soy más productiva, puedo conseguir más clientes y puedo vender más. 

Pero el tiempo que yo destino hacer algo, por muy buena que sea esa cosa, jamás de los jamases voy a poder recuperarlo. 

El tiempo no lo puedo recuperar, el dinero sí.

El dinero lo puedo recuperar y lo puedo hasta multiplicar. Por eso es importante que tomes consciencia de que si quieres ser la mejor y tener éxito, sin cometer estos y otros muchos errores tienes que invertir en el mejor activo de tu empresa. Y ese activo eres

Por eso, para ser una buena web planner (la mejor), debes invertir de manera continua en tu formación. Aquí te cuento con más detalle en qué debes invertir con tu empresa de wedding planner.

Obviamente cuando empiezas debes hacer una buena formación que te enseñe todo lo que tienes que saber sobre la profesión, todo lo que tienes que saber sobre montar tu empresa, gestionar el día a día, conseguir clientes, etc. Y luego debes seguir invirtiendo cada año una parte de tus beneficios en seguir ampliando tu formación en diferentes áreas. Porque si dejas de formarte, corres el peligro de quedarte estancada, de quedarte desfasada y de ver cómo tu competencia te adelanta llevándose un trozo de pastel más grande que el tuyo.

Así que ahora ya sabes cuáles son los errores principales que no deberías cometer. Si quieres conocer algunos más puedes descargar mi ebook gratuito en el que te detallo los 20 errores que cometen todas las wedding planners en su primer año

Y si estás pensando en tomarte en serio esto de emprender como wedding planner también te invito a que conozcas más a fondo nuestra Certificación Wedding Planner Startup para que empieces con buen pie en esta profesión. 

Espero que te sea de mucha ayuda.